Pensamientos simples para entender la vida





Por: Armando Martí
Buscando inspiración para hoy, abrí una de las cajas que guardo en la biblioteca de mi apartamento, y llamó mi atención una amarillenta reseña periodística sobre un libro reflexivo el cual quiero compartir con ustedes basado en la premisa: ´todo tiempo pasado fue mejor´.

Hace 33 años el periódico El Tiempo, a través de un espacio llamado: `nueva generación`en donde escribían los jóvenes periodistas: Roberto Pombo hoy director del diario El Tiempo, Hernán Restrepo Cardona y Rodrigo Pardo, hicieron una reseña de mi primer libro, escrito cuando yo tenía 23 años, titulado: `Cien Verdades`. En esa obra, yo sintetizaba cien pensamientos, poemas y metáforas, de las vivencias que había experimentado hasta ese momento.

Entre ese reportaje, fotografías, revistas, películas de Betamax y VHS que reposaban en dicha caja, mi mente se transportó a la capital de Colombia, a comienzos de 1980. Contrastando ese tranquilo recuerdo, con el frenético ritmo  actual de la ciudad de Bogotá y su increíble deshumanización e inseguridad y congestión vehicular, los pitos de los automóviles, los Transmilenios a `reventar` de pasajeros, y la insoportable contaminación ambiental.

Como recordar es vivir, me sentí caminando por uno de los barrios más tranquilos de ese entonces llamado: Palermo, en donde vivía. Me acompañaba Hernán Restrepo Cardona, excelente abogado y periodista Javeriano, muy buen `compadre`, y quien falleció tristemente a causa de un infarto, siendo todavía joven. Nunca olvidaré, su apoyo, sus enseñanzas, en torno a la formación socio-política de los colombianos, y las veces que compartimos las charlas de grandes filósofos dictadas en las residencias estudiantiles de: `Ingara` y `Hontanar`,

En  aquella época, se podía salir a pasear por las noches y caminar tranquilamente, sin temor a un atraco. La prioridad en los jóvenes era de carácter romántico e intelectual, sin estar buscando evadir el dolor que produce el vacío existencial, por medio de las drogas y las adicciones, de los jóvenes de hoy.


Nuestra sociedad tenía profesionales pujantes, como por ejemplo los arquitectos e ingenieros, quienes convirtieron a Bogotá en una de las  primeras ciudades en Latinoamérica, en levantar rascacielos que sobrepasaban los 160 m de altura, como el edificio de Avianca y la Torre de Colpatria. Así mismo, se construyeron grandes edificaciones residenciales y oficinas, como las Torres del Parque en la Calle 26 con Cra. 5, y se podían apreciar inolvidables shows, como el de: James Brown y Carlos Santana, que se presentaban en el majestuoso Coliseo Cubierto El Campín.

Los viernes y sábados, se comía dentro de los automóviles, deliciosas hamburguesas, papas fritas y malteadas, en el Cream Helado de la Caracas con Calle 32. Las discotecas estaban abiertas desde las dos de la tarde, especialmente en Chapinero, por el pasaje de la Calle 63, donde una de las principales se llamaba: La Cabaña, siendo la puerta para muchos noviazgos y futuros matrimonios bogotanos.

En la noche el club UnicornioLa Mamut Rosa, y La Píldoranos hacían desahogar del estrés de la semana, bailando hasta las 5 o 6 AM, terminando la fiesta en el Desayunadero de la 42, o en el Cañón de Chicamocha, ubicado en el barrio Divino Salvador, en donde los caldos de costilla, las changuas, arepas de maíz pelao, y la carne asada, recuperaban la energía de los trasnochadores.

Durante la semana en las emisoras de la época, las baladas amorosas eran símbolos de sintonía, las canciones norteamericanas estaban entrando suavemente a través de las emisoras FM, y la música estilizada se escuchaba en la emisora Melodía Estéreo.

En las tardes el circuito Todelar de Colombia, tenía un espectacular rating con las radionovelas y programas novedosos, y misteriosos, como: `Kalimán, el hombre increíble`serie interpretada en la voz de Gaspar Ospina, que hablaba sobre el desarrollo de los poderes extrasensoriales, de un superhéroe acompañado de su pequeño amigo Solín, quienes luchaban contra la tenebrosa Araña Negra y el Conde Ordoch.

Definitivamente podría hablar mucho sobre el Bogotá de antes y el de ahora, y ese siempre será un tema de recordación. Lo que más me sorprende, es como un objeto nos remonta a una sana nostalgia, descrita e interpretada, por el genial cantautor español Joan Manuel Serrat, en su canción: `aquellas pequeñas cosas`, que `nos dejó un tiempo de rosas y hacen que lloremos cuando nadie nos ve`.

En aquellos años, se pensaba, se sentía y actuaba diferente. Por eso hoy quiero publicar algunas reflexiones de ese viejo pero ´novedoso´ libro `Cien Verdades`, en donde le expresaba al periodista Rodrigo Pardo, hoy director de RCN Noticias, cuando me entrevisto en esa época: El hombre en su aspecto físico – mental, funciona exactamente como un programa de computador, y ese programa muchas veces esta errado. Desde que el individuo nace, recibe una palmada que lo programa a llorar, luego a medida que va creciendo los programas se reciben por medio de premios y castigos, estímulos y respuestas. Todos somos el producto de la infancia, que puede reprogramarse para lograr una mayor armonía. Precisamente Cien Verdades, busca reprogramar malos programas, cambiando el hábito de estar y sentirse mal, por el hábito de estar y sentirse bien.

De vez en cuando es bueno respirar, otro aire que contenga más amor y menos noticias violentas y frustrantes.

A continuación, algunos extractos del libro Cien Verdades (Manual para romper cadenas mentales)

No te quejes de tus gobernantes, tú mismo le eliges y también, puedes destruir sus tronos.

- Con la primera sensación de tu corazón, podrás reconocer a tus verdaderos amigos, y sobre todo cuidarte de tus enemigos.

- Al observar la ecuación… niño – hombre – anciano – muerte, ella me recuerda… la energía, el conocimiento, la sabiduría y la trascendencia, como fruto de la existencia.

- Como lo comprendas en el momento presente… así es. No es necesario que entiendas el proceso, pues que él te entiende a ti.

- Cuando invoques a Dios no mires hacia arriba, es una estrategia dogmática, para que no comprendas que Él no está arriba, ni está abajo, sino dentro de ti, y siendo tú la obra de Él… eres y con eso basta para ser libre.

 Si quieres aprender a despejar todas tus dudas, trata entonces de esforzarte en recordar lo que fuiste… Es posible que no te alcance tu actual cuerpo, pero el trabajo de despejarte y concientizarte, ahorra muchos cuerpos más.

- La risa es la música del alma, pero algunas veces, el alma no se sintoniza con la risa, y cuando eso pasa, su nota solo es discordante y su sonido horrible.

- El amor fortifica nuestra vida, siempre y cuando, comprendamos su extensión y su importancia.

- Describir la sensación de un beso, de las caricias, del fuego de la pasión, o el contemplar los ojos de la amada… es abrazar lo imposible.

- Toda crítica y señalamiento que hagas… es el estéril intento de proyectar tus defectos en los demás, que serán siempre tus espejos.

- Debes tener prestigio, confianza, y poder ante el ser interno que habita en ti… antes de seguir buscándolo en miles de seres fuera de ti.

- Tu lucha diaria, tus sufrimientos y sin sabores, representan un profundo, y continuo intento por expandir… lo limitado que los demás te han dicho que eres. 



Comentarios

Catarsis ha dicho que…
Mi querido Maestro, grandes palabras. Tengo la fortuna de tener una copia dedicada por ti de "cien verdades" y se me ha convertido en material de consulta y oasis de inspiracion y verdad.
Gracias.

Robertg/