Cortesía Seo
Galaxy
El
fenómeno del “mobbing” o acoso laboral se ha convertido en una de las
principales causas de estrés en el lugar de trabajo, con graves repercusiones
en la salud mental y física de las víctimas, así como en la productividad
organizacional.
Para
concluir el año que termina y proyectar con “Conciencia” el nuevo que comienza,
el mobbing se puede definir como una manifestación de dinámicas laborales
tóxicas en un mundo marcado por la vulnerabilidad y la des-conexión emocional.
Hoy
quiero proponer a nuestros lectores algunas soluciones prácticas para
reconstruir vínculos de cooperación y fomentar ambientes laborales más
saludables, justos y humanizados.
¿Qué es el Mobbing?
El
término mobbing, fue acuñado por el psicólogo Heinz Leymann y se refiere a un
comportamiento sistemático y repetido de hostigamiento psicológico hacia un
individuo en el lugar de trabajo. Este acoso puede incluir humillaciones,
aislamiento, críticas constantes, difusión de rumores y obstrucción del
desempeño laboral, entre otras conductas.
Lo
que distingue al mobbing de otros conflictos laborales es su naturaleza
deliberada y prolongada. No se trata de un desacuerdo aislado o de una mala
relación ocasional, sino de un patrón de abuso que puede durar meses o incluso
años, y cuyo objetivo es marginar, someter o eliminar a la víctima del entorno
laboral.
Vulnerabilidad y Falta de Cooperación
La
falta de vínculos significativos en el trabajo crea un terreno fértil para el mobbing.
En un mundo individualista y competitivo, las relaciones laborales pierden su
potencial de apoyo, dejando a las personas más vulnerables al estrés y las enfermedades
psicosomáticas. El psiquiatra Viktor Frankl creador de la Logoterapia, advertía
sobre la “neurosis noógena”, que
surge de la pérdida de propósito y conexión. En el ámbito laboral, esta
carencia alimenta ambientes hostiles y dinámicas de acoso.
Consecuencias del Mobbing
El
mobbing genera muchos efectos negativos en las personas como por ejemplo:
1. Estrés Crónico: aumenta
la vulnerabilidad a enfermedades al debilitar el sistema inmunológico.
2. Trastornos Psicológicos: provoca
depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático.
3. Aislamiento Social: estigmatiza
a las víctimas, agravando su sufrimiento.
4. Impacto Organizacional: reduce
la productividad y afecta la moral del equipo.
El estrés laboral como epidemia
El
estrés relacionado con el trabajo es uno de los principales desafíos de salud
globales, según la OMS. El mobbing amplifica este problema al crear un ambiente
de inseguridad y hostilidad que afecta tanto a las víctimas directas como a
quienes son testigos de estas conductas.
El
estrés prolongado derivado del mobbing puede desencadenar enfermedades
psicosomáticas, como migrañas, problemas gastrointestinales y trastornos
cardiovasculares. Esta relación entre mente y cuerpo subraya la gravedad del
problema, destacando la necesidad de abordar no solo el acoso en sí, sino
también su impacto en la salud integral de los
trabajadores.
Soluciones y Prevención
Cortesía Laram
Abordar
el mobbing requiere un cambio cultural y estructural en los ambientes
laborales:
1. Cultura de Apoyo: fomentar
relaciones basadas en el respeto y la empatía.
2. Políticas Claras: implementar
protocolos efectivos para denunciar y abordar casos de acoso.
3. Vínculos Significativos: crear
espacios para la interacción social positiva en el trabajo.
4. Cuidado Integral: promover
la salud mental a través de asesoramiento psicológico y programas de bienestar.
Repensar el Trabajo
El
trabajo debería ser un espacio de crecimiento personal y realización, no de
sufrimiento. Priorizar el bienestar humano por encima de los resultados
económicos es esencial para transformar el lugar de trabajo en un entorno justo
y compasivo.
El
mobbing es un reflejo de un problema más amplio: la des-conexión humana en un
mundo cada vez más vulnerable. Si queremos abordar el estrés laboral de manera
efectiva, debemos reconstruir los vínculos de cooperación y fomentar una
cultura de apoyo y empatía en el trabajo. Solo así podremos transformar el
lugar de trabajo en un espacio de crecimiento y bienestar, en lugar de un foco
de estrés y enfermedad.
La lucha
contra el mobbing no es sólo un desafío organizacional, sino un llamado a
descubrir nuestra humanidad y a construir un mundo laboral más justo y
compasivo. En última instancia, el cambio comienza con cada uno de nosotros,
asumiendo la responsabilidad de tratar a los demás con respeto y dignidad, y
exigiendo lo mismo de quienes nos rodean.
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