Por: Armando Martí - @armandomarti1
A escasos dos meses
para cumplirse un año, desde el anuncio del gobierno del Presidente Juan Manuel
Santos sobre los diálogos de paz con las FARC, los colombianos empezamos a ver
un camino de esperanza para la resolución de más de cincuenta años de conflicto
armado, que ha cobrado aproximadamente 220.000 víctimas.
Desde el inicio no ha
sido un proceso fácil, pues el hecho de definir los miembros de las comisiones
oficiales del gobierno y las FARC, al igual que los temas y puntos de discusión
dentro de la agenda de los diálogos de paz, han suscitado controversia y apoyo
entre varios sectores de la política y las entidades del Estado, porque se han
generado varios debates entorno a las posibles reestructuraciones a nivel
jurídico, que se deben realizar para garantizar la justicia y evitar la
impunidad.
Lograr la paz en
Colombia con los actores del conflicto armado a través de este proceso, sería
la culminación de los anhelos de millones de personas, que aspiran alcanzar la
tranquilidad dentro del orden en sus vidas, y poder proyectar un futuro más
prometedor a las nuevas generaciones.
Recordemos que la paz
es algo que debe construirse paulatinamente, con la presencia de la justicia
social, para así proteger el bienestar dentro de la reparación de las
necesidades básicas, de todos los ciudadanos y grupos sociales del país, ya que
la paz empieza por casa y florece en la medida que se erradiquen las
murmuraciones y críticas destructivas hacia los demás, fortaleciendo una
actitud realista pero esperanzadora.
Esta idea es también
sustentada por el sociólogo noruego Johan Galtung fundador de la organización
internacional Transcend (una red para la paz, el desarrollo y el
ambiente), quien define la paz como ``la capacidad de resolver los
conflictos con empatía, noviolencia y creatividad. En este sentido, la paz es
el contexto y las condiciones que permiten la transformación creativa y
noviolenta de los conflictos; creamos paz en la medida que somos capaces de
cambiar los conflictos en cooperación, de forma positiva y creadora,
reconociendo a los oponentes como personas y utilizando el método del diálogo``.
Precisamente hace
poco, encontré un escrito con un contenido Universal, emanado del Budismo
Mahayana entorno a los deseos positivos de convivencia y tolerancia humanas, el
cual quiero compartirles con el fin de integrar el tema entorno a la importancia
de aprender a `` vivir y alcanzar la paz``.
´´Que cese el dolor
causado por la ambición en todo el mundo.
Que cada uno de los
seres se posea a sí mismo, y elija la paz y la armonía.
Que en las diez partes
de la tierra se espere la libertad.
Que se inspire a los
seres que están ya casi muertos de anemia y enfermedad,
que ellos aguarden la
recuperación y la reintegración a la salud.
Que los amenazados,
los aplastados por el miedo a reyes, ladrones o soldados
y los que estén
condenados a muerte sean perdonados.
Los que se mueven
entre angustia, necesidad y hambre,
que todos crean aun en la liberación.
que todos crean aun en la liberación.
Los ansiosos, los
apaleados, encarcelados y atormentados,
los miserables, los
harapientos, los agotados por el esfuerzo, los enfermos,
y los envejecidos por
multitud de penas, todos absolutamente todos,
deben esperar aun el
día de su libertad y paz.
Para los sufrientes de
sus dolores, el alivio.
Los aterrorizados por
la muerte, la erradicación de sus fantasmas.
Los acosados por los
jueces, el perdón y la ausencia de miedo.
Que los muertos de
hambre y sed, puedan comer y beber hasta satisfacerse.
Que los ciegos puedan
llevar sus ojos a formas y figuras, hermosas y brillantes.
Que los sordos llenen
sus oídos de música agradable,
y que en ninguna parte
se quiera recordar la ambición, la corrupción y el dolor,
y mucho menos sentir
el miedo al lado.
Que todos deseen que
este mundo sea agradable, bien presentado,
diáfano, suave, poético y amoroso,
diáfano, suave, poético y amoroso,
que tenga esta vida un
sentido y que la felicidad vaya de unos a otros,
hasta que les llegue a
todos en la medida de sus anhelos.
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