Por: Armando Martí - @armandomarti1
El pasado 11 de Febrero a las 7:50 p.m. en la clínica del country en Bogotá, murió el presentador más querido de la televisión colombiana Fernando González Pacheco, pues ya hacia varios años padecía de una insuficiencia respiratoria crónica, que posteriormente se convirtió en una neumonía e insuficiencia cardiaca.
Pacheco nació en Valencia - España el 13 de septiembre de 1932. Su primera aparición en la televisión fue en 1957 con el programa Agencia de Artistas de la programadora Punch. Así mismo por varias generaciones animó programas inolvidables como Animalandia, ¿Quiere Cacao?, Compre la Orquesta y Charlas con Pacheco. También fue conocido como el hombre ``más feo`` de la televisión colombiano pero al mismo tiempo el de más grande corazón. Sus múltiples facetas lo convirtieron en actor, torero, paracaidistas, boxeador y periodista.
Armando Martí y Pacheco, se abrazan después de una fascinante entrevista.
Precisamente la más sorpresiva y destacada de sus etapas fue la de conductor y entrevistador del programa Charlas con Pacheco, donde tuve el honor de ser invitado por él. Durante la producción y desarrollo de la entrevista, que tuvo lugar en mi oficina de ese entonces en la calle 85 con Cr 15, conversamos amenamente sobre temas de filosofía existencial, energía mental, enfermedades psicosomáticas y el poder de la hipnosis. De igual forma, realizamos pruebas demostrativas sobre los temas tratados, donde participó él personalmente e inclusive su chofer Pedro Quintero, quien fue sometido a un estado de trance auto hipnótico.
Armando Martí en entrevista con Pacheco, quien sostiene una fotografía de S.S Dalai Lama en su visita a Colombia.
Años después, tuve la oportunidad en el programa Día a Día de Caracol Televisión, de recodificar algunos hábitos y conductas subconscientes del gran Pacheco, como quedó registrado en el video que a continuación les comparto:
Así mismo, en otra intervención periodística tocamos el tema de la filosofía tibetana y mi encuentro con su S.S. Dalai Lama, cuando estuvo de paso por Bogotá. La meditación tibetana junto con los valores de la compasión, la humildad y la paciencia, llamaron mucho la atención de Pacheco, por lo que le recomendé algunos libros escritos por el Dalai Lama.
Durante los encuentros que tuvimos con este gran y notable personaje de la televisión, siempre existió una gran empatía. Para mi Pacheco fue y será un personaje inolvidable en mi vida, que desde pequeño se ganó mi admiración y respeto, por su creatividad y originalidad en todo lo que hacia.
El legado de este hombre permanecerá generación tras generación en la televisión y en los hogares colombianos de forma inmortal, pues como diría el gran psiquiatra y creador de la Logoterapia Viktor Frankl ``el hombre cuando muere no pierde la vida se convierte en la vida``.
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