Fotografía: Armando Martí
Por: Armando Martí
A pesar de que las nuevas
tecnologías enfocan la atención en estar conectado para conocer las diferentes
tendencias y acontecimientos del día a día, aún es posible transmitir el
pensamiento de una persona a otra, por medio de la interacción o comunicación
directa entre las mentes, es decir un diálogo inalámbrico entre dos cerebros,
también conocido como telepatía, una palabra que proviene del griego tēle
“lejos” y pátheia “sentimiento”.
Cada ser humano cuenta con una
antena interna llamada glándula pineal, ubicada en el epitálamo cerca del
centro del cerebro entre el hemisferio izquierdo y derecho, que produce
melatonina una hormona derivada de la serotonina, reguladora de los ritmos
circadianos y junto con la segunda antena receptora, localizada a la altura del
plexo solar o chacra manipura en el centro del ombligo, se puede experimentar
este particular fenómeno, a través de imágenes, sonidos o sensaciones.
Así lo comprobó en 1928 el
psiquiatra Hans Berger, quien estableció que los circuitos neuronales generan
campos electromagnéticos compuestos por diferentes ondas de frecuencia, como la
Beta que oscila entre 23 y 14 ciclos por segundos asociada con pensamientos racionales,
mientras la onda Alfa varia entre 14 y 8 ciclos por segundo, sincronizando la
mente a un estado de relajación y meditación; de igual manera la onda Theta
vibra entre 8 y 4 ciclos por segundo relacionada a las modificaciones en los
estados emocionales. A partir de estos hallazgos se buscaron espacios para
llevar a cabo pruebas científicas, como el uso de las cartas Zener, una baraja
de 25 naipes de 5 tipos diferentes (círculo, estrella, triángulo, cuadrado y
ondas), utilizadas por el pionero parapsicólogo Joseph Banks Rhine y el Dr.
Karl Zener, con el propósito de estudiar casos de percepción extrasensorial,
revelando cosas extraordinarias acerca del comportamiento y capacidades
infinitas del cerebro.
Recién estamos comprendiendo que además
del inconsciente, existe una consciencia elevada conectada al espíritu conocida
como superconsciente. Este entendimiento reconoce la importancia del bienestar
en la vida, rompiendo con patrones de
comportamiento destructivos y honrando la trascendencia del momento presente,
hacia el encuentro de la esencia divina. Es en este plano, donde todo está
interconectado desde una misma frecuencia. La energía contenida en cada
pensamiento y la intencionalidad, impulsan este tipo de comunicación alineando
el cuerpo, las emociones y el alma, hacia otros planos resonantes con los
mismos patrones de sintonía, que a lo largo del tiempo y del espacio crean una
red coordinada entre la mente universal, la mente individual iluminada po la
experiencia personal y aquellas otras mentes sintonizadas y relacionadas
telepáticamente.
De ahí, que este singular atributo
acompañado de la intuición o sexto sentido, puede ser practicado por quien lo
desee y activado con los siguientes pasos:
1. Para desarrollar la
telepatía es importante tener una disciplina de meditación con el fin de
ordenar los pensamientos y enfocar las energías de la mente, así como también
direccionar los sentimientos. De esta manera, se aumenta la fuerza de la
transmisión de los mensajes, de una persona a otra.
2. Conocer el poder de los
puntos energéticos es fundamental, para trabajarlos y acrecentar la capacidad
psíquica. La compatibilidad entre dos mentes ocurre de forma natural y
espontánea, cuando existe una relación familiar, amorosa o inclusive laboral,
pues hay un interés en común y sin importar la distancia se facilita la
telepatía.
3. Estudiar sobre los procesos
mentales, ayuda a determinar cuándo y cómo empiezan los instantes de telepatía.
Permanecer en un centro espiritual, permite desconectarse energéticamente del
flujo de otras conciencias e identificar si la idea es suya o proviene de una
transmisión telepática. Igualmente este método logra reconocer energías
adversas de otras personas como la envidia, los celos, el resentimiento y los malos
deseos, pues son corazonadas que protegen contra ataques psíquicos.
Por último, algunos gobiernos del
mundo, continuaron con el estudio sistemático de la telepatía por medio de
auténticos psíquicos, como sucedió en la
CIA en el proyecto Top Secret denominado
Star Gate, que durante más de 20 años investigó distintos fenómenos
parapsicológicos para determinar su valor en las áreas militares y de
espionaje. Así mismo, la Unión Soviética llevó a cabo pruebas en los años 80,
en donde dos individuos con capacidades psíquicas conseguían enviarse mensajes
en clave morse a una distancia de 3.200 kilómetros.
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