Por: Armando Martí
Somos una especie única dotada de
una inteligencia infinita, por eso cada pensamiento produce un sentimiento
y cada sentimiento una emoción, formando un puente comunicativo dinámico,
de modo que si piensas mal te sentirás peor y si logras tranquilizarte evitarás
un desborde emocional. Esto ha sido motivo de diversos estudios pasando por lo
sobrenatural y los milagros de la fe hasta llegar al laboratorio experiencial
de análisis y control de pensamientos por medio de la PNL, la relajación
consciente y los compartires en terapias grupales.
Una sanadora fusión entre ciencia y
religión se está logrando. Recientemente se comprobó que la práctica de la
meditación ayuda a identificar y estabilizar las frecuencias tóxicas
como la ira, el resentimiento, la envidia, el egocentrismo, los celos y la manipulación,
que alteran los ciclos del sueño, bloquean el sistema inmune, bajan las
defensas, incrementan los problemas de hipertensión e inclusive producen
cáncer. El secreto para lograr una nueva versión de ti mismo, está al alcance
de un pensamiento consciente, con el fin de cambiar la actitud pesimista por
una de esperanza y confianza, proyectando el futuro en compañía de una fuerza
espiritual.
Vivir plenamente es aprender a hacer el bien, de esa
intención depende sentir el bienestar interior, pues el envejecimiento se
detiene, mejorando las dolencia físicas y emocionales, de esta forma, el
cerebro se vuelve más creativo, activo y productivo. Después aparece la
serenidad, un elemento clave del amor que es concedido a nosotros como un
regalo del cielo. El sanador está en ti, actívalo protegiendo tu sobriedad y
sosiego, alejándote de todo aquello que te haga perder la paz personal.
Cada persona tiene a Dios en su vida. No intentes ocupar su lugar, recuerda
tolerancia pero en la distancia. Los ancestros indígenas dentro de
su sabiduría natural afirmaban: “Comemos hoy lo
que cocinamos ayer”, es
decir si pensaste o actuaste de forma adversa contra otras personas con
críticas destructivas, ironía y rabia, no esperes sentirte muy bien en el aquí
y en el ahora. El futuro se puede cambiar en la medida que te comprometas a
construir una arquitectura interior con un programa ego-reductor para
ser más realista, logrando desde la confrontación responsable, recuperar
el vínculo sagrado con el Creador.
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