Fotografía Armando Martí
Por: Armando Martí
¿Alguna vez ha experimentado una corazonada que resultó verdadera? O ¿ha sentido un impulso repentino de hacer o no algo, para después descubrir que debió haber seguido ese pálpito con el fin de preservar su vida o por la seguridad de las demás? ¿Ese presentimiento que en un momento determinado podría cambiar el curso de su vida de forma sorprendente? De ser así, entonces ha estado utilizando su capacidad psíquica instintivamente. Nacemos con seis sentidos: la vista, el olfato, la audición, el tacto, el gusto y la intuición o percepción extrasensorial (PES). Este diseño maravilloso es uno de los interrogantes más profundos para la ciencia, la investigación y la vida de las personas.
En el mundo de la ciencia surgieron nuevas hipótesis que buscaban explicaciones cada vez más profundas de lo que ocurría en el cerebro del hombre, es decir, los poderes de la mente humana. Esto se basó en el hecho, de que la razón es la condición por medio de la cual se reconocen lógicamente los problemas y las soluciones (causa y efecto), mientras que la intuición es ir más allá del intelecto pues sucede sin el control de la mente. Es por eso que una de las funciones más importantes del cerebro y las redes neuronales es el racionamiento, contrario al cuerpo que con sus impulsos generados por el sistema límbico estimula el instinto y durante la interacción del preconsciente y el inconsciente del individuo, se activa la intuición.
La mente genera ciclos de pensamientos complejos creando hábilmente preguntas y respuestas; por su parte el cuerpo no se puede apoyar solamente en la inteligencia porque tiene que vivir, de ahí que muchas de las funciones esenciales se estimulan mediante el instinto de conservación a través de los sistemas simpático y parasimpático que controlan la respiración, los latidos del corazón, la digestión, la circulación de la sangre y muchos otros procesos.
Ahora bien, para darle sentido a la existencia, el inconsciente fue dotado de intuición y como resultado surge la posibilidad del arte, la estética, la sensibilidad, el amor, la amistad y todas las facetas de la creatividad. Al unir el intelecto con la intuición se eleva la inteligencia, en otras palabras, una persona inteligente utiliza el análisis para asimilar, entender y organizar los fenómenos o realidades del mundo, mientras que intuitivamente llega a respuestas aparentemente “casuales”, teniendo en cuenta que desde la física cuántica la casualidad no existe sino la causalidad, basado en la premisa de que cada acción tiene una reacción. Así lo afirmaba el físico danés Niels Bohr.
Existen seis tipos de intuición: de descubrimiento, generativa, evaluativa, operativa, predictiva y de iluminación. La “intuición de descubrimiento” es la que se relaciona con lo fortuito o accidental por el reconocimiento intuitivo de la observación, como sucedió por ejemplo con los inventos de los rayos X, el cultivo de piel para trasplantes en víctimas de quemaduras, el radar, la penicilina o la medicina bioenergética, entre muchos otros. También la “intuición generativa” hace alusión a las opciones y alternativas que un individuo tiene, como estar en el sitio adecuado en el momento preciso.
Asimismo, la “intuición evolutiva” es el desarrollo de la voz interior que advierte, evalúa o comenta acerca de las circunstancias y personas del entorno, similar a la “intuición operativa” que guía los actos pero desde el deseo y el impulso de hacer o no hacer algo. La “intuición predictiva” contiene un elemento de presagio basado en la sensación de que algo va pasar. Por último, “la iluminación” es la forma más alta de intuición logrando una sanación desde la orientación de la sabiduría, lejos de la superstición y del tabú, y más orientada hacia la trascendencia que el ser necesita para evolucionar integralmente.
Por lo tanto, la intuición no es un mito sino una realidad que todos experimentamos diariamente y refleja nuestra interacción con la vida. De esta manera, la percepción extrasensorial (PES) del ser humano es parte de la intuición, partiendo de la ley universal que dice: “Cualquier cosa que te sobrevenga, cualquier cosa que te suceda, cualquier cosa que te rodee, estará de acuerdo con tu consciencia, y con nada más; cualquier cosa que se halle en tu consciencia tendrá que suceder, no importa quien trate de impedirlo; y cualquier cosa que no se halle en tu consciencia no es posible que suceda.” Esto significa que la información programada en la mente creará una realidad, y todo depende si la programación se realiza desde los deseos de la intuición o desde las influencias y expectativas externas.
Cabe recordar que la percepción extrasensorial (PES), debe ser utilizada como un medio para bendecir, ayudar, sanar y dar aliento a los más necesitados. Por eso nunca se debe emplear este don para aprovecharse o controlar la mente de los demás. Los poderes extrasensoriales no pueden ir en ningún momento en contra del derecho natural, la estabilidad y la integridad de las personas. Al abusar de estas cualidades, se puede provocar una reacción desarmónica y negativa entre el operador y el asesorado, llamada karma (consecuencias de los actos, palabras o pensamientos que provienen de una mala intención y generan daño).
Es de vital importancia que la persona tome consciencia en manos de quién va a poner su salud física y mental, ya que, sin ella perdería casi todo el sentido de su existencia. Investigar con la ayuda del internet la autenticidad de algunas personas que desde la publicidad se hacen llamar maestros, médiums, adivinos, channeling y chamanes es primordial, pues existen bases de datos que a través de registros en asociaciones o radicación de sus diplomas ante las autoridades, pueden demostrar la idoneidad profesional en áreas orientadas al bienestar personal, tales como la psicoterapia, la psicología transpersonal, la psiquiatría, la acupuntura y el Coach de vida, entre otras ramas que tienen como propósito el manejo y el equilibrio de la energía humana.
Claves para desarrollar la intuición o
percepción extrasensorial (PES).
1. Elija un momento adecuado para meditar a través de esta poderosa herramienta, prepare la mente y “limpie” los filtros de la consciencia para recibir información.
2. Siéntese en una silla cómoda con la espalda recta, los pies apoyados en el suelo y las manos con las palmas hacia arriba sobre las piernas. Deje que el peso del cuerpo se apoye bien sobre la silla para que esta absorba la tensión, las preocupaciones y las distracción, que le impiden una adecuada concentración.
3. Inhale profundamente llenando de aire el abdomen. Retenga unos segundos el aire y suéltelo suavemente al menos durante tres minutos. Empiece a relajar cada parte del cuerpo, de la cabeza hasta los pies, sintiendo como la tensión se va yendo hacia abajo mientras la tierra lo absorbe.
4. Sin ningún tipo de distracción por ruidos, sonidos o aparatos electrónicos, imagine una escena placentera y pasiva en donde se sienta protegido por una luz radiante del Creador, mientras va calmando los pensamientos del día.
5. Cuando su mente este silenciada y despejada de los problemas cotidianos, visualice sin ningún esfuerzo un círculo blanco como una barrera protectora, mientras van llegando impresiones visuales, auditivas o de tacto, que indiquen el estado interior en el que está.
6. En ese instante puede preguntarse: ¿cómo me siento? ¿a qué le temo? ¿qué me impide alcanzar el éxito, la paz y el bienestar integral? ¿cuáles son los obstáculos que debo superar y qué cambios son necesarios? Deje que las respuesta surjan espontáneamente y sin forzarlas. Entre en contacto con la amorosa voz interior de su alma.
7. Repita este ejercicio y aprenda a sensibilizar los sentidos, pues ellos son la brújula que indican si la decisión que va a tomar es la más adecuada. ¿Cómo se siente un sí o un no en su cuerpo? ¿Está a la defensiva o confía en los resultados?
8. Procure agradecer a su Poder Superior según como lo conciba el maravilloso don de la intuición, que le permite confiar, tener fe y seguridad en la guía de su voz interior.
Si por fin, después de tantos siglos de oscuridad, ignorancia y persecución hacia lo misterioso y nuevo, pudiéramos trascender el profundo condicionamiento social, religioso y cientificista que ha limitado el desarrollo y el potencial de la especie humana, resurgiríamos hacia una nueva y mejor versión de nosotros mismos al potencializar nuestras facultades extrasensoriales, cambiando la historia del mundo.
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