Enigmático: El poder de la inteligencia inconsciente




Cortesía Armando Martí

Por: Armando Martí

En el año de 1968 el mundo entero dio un salto de la modernidad a la postmodernidad, al reducir la hegemonía de la radio y de la prensa escrita, y aceptar la influencia masiva de la televisión que se destacaba sobre todos los demás medios, al transmitir vía satélite los acontecimientos y noticias en vivo y en directo. Esta nueva forma de vivir la información aminoró la afluencia de millones de espectadores a las salas de cine y reunió a otros tantos en sus hogares a gozar de estas primicias, a través de sus televisores que servían para estimular esta nueva tendencia familiar. Un año especial en que fueron transformados actitudes, hábitos, valores y formas de entender la existencia.

La imaginación de las personas ya no estaba tan comprometida para asombrarse con el color y el sonido de las grandes producciones cinematográficas de Hollywood, sino por el contrario, hipnotizadas por las 37 pulgadas de sus televisores en blanco y negro. Desde esa época me preguntaba el porqué de esta preferencia; años más tarde descubría que en la mente inconsciente de las personas, las imágenes se percibían la mayoría de las veces, en colores fríos y neutros como el blanco y el negro, y precisamente para inducir a sus pacientes, los psiquiatras e hipólogos de ese entonces, lograban captar su atención a través de hipnodiscos que contenían estos colores.


Cortesía Armando Martí

Los grandes clásicos cinematográficos inicialmente fueron en blanco y negro. La primera proyección  realizada por los hermanos Auguste y Louis Lumiere, fue el 28 de diciembre de 1895 llamada “La salida de los obreros de la fábrica Lumiere” y proyectada en el Gran café de París, en donde algunos de los asistentes, aterrados salían corriendo al pensar que el tren que aparecía en la pantalla se les venía encima. Este hecho nos concientiza del poder de esta técnica sobre los espectadores, que son atraídos por ver las historias narradas mediante la proyección de imágenes, y que con toda la razón se ha ganado el título del séptimo arte. A través del cine lo imposible se hace posible y nuestra imaginación adquiere un digno permiso para volar y expresarse de múltiples formas.

Sin embargo, muchas veces la realidad es más poderosa que la ficción lo digo por experiencia propia. En el año de 1970 me hice miembro del CIPAR (Centro de Investigaciones Parapsicológicas de Colombia) fundado por el abogado Luis Orlando Sánchez y el ingeniero Edgar Naranjo. En esa casa estilo inglés ubicada en el barrio de la Soledad en Bogotá, se impartían cursos y talleres sobre la fotografía “kirlian”, que detectaba la energía del aura humana e inclusive de las plantas y objetos inanimados. 


Cortesía Armando Martí

Asimismo, se nos instruía sobre los últimos descubrimientos de las diferentes universidades del mundo en torno a los fenómenos de los psíquicos y sus facultades extrasensoriales, tales como la telepatía (fenómeno que consiste en la transmisión o en la coincidencia de pensamientos entre personas, generalmente distantes entre sí), el desdoblamiento astral (es un tipo de experiencia mental subjetiva, por la cual muchas personas dicen haber percibido una separación o «desdoblamiento» de lo que llaman el cuerpo astral​ o cuerpo sutil, del cuerpo físico), la telequinesis (fenómeno que consiste en mover objetos con el poder de la mente), la precognición (capacidad de conocer hechos con anterioridad a su acontecimiento), la sanación por la imposición de las manos (técnica que utiliza la energía mental y espiritual del sanador para equilibrar las enfermedades de otras personas) y el uso de la hipnosis como herramienta para producir estados alterados de la consciencia como la hiperestesia de los sentidos, con el fin de potencializar la voluntad y el cerebro, aprender el control de las emociones y superar traumas, fobias, adicciones, y enfermedades psicosomáticas, entre otras posibilidades (https://www.youtube.com/watch?v=IwhqmQLFWvQ&feature=youtu.be).

El encuentro con Oseso Monteiro

En una de las sesiones investigativas de los miércoles que se realizaban al caer la tarde en el CIPAR, el doctor Edgar Naranjo, después de explicarnos la importancia de los pensamientos positivos y su influencia para lograr una vida exitosa y plena, nos presentó a un especial invitado brasilero llamado el profesor Oseso Monteiro, quien amablemente y sin tocar a nadie se inclinó para saludarnos. Su estatura no pasaría de un metro sesenta, era de contextura delgada, cabellos frondosos y grises que caían sobre sus hombros. 

Lo que inicialmente llamó mi atención, fue su mirada fija y penetrante que irradiaba a través de sus oscuros ojos una fuerza de seguridad y calma. Con su particular y cálido acento extranjero nos contó que el era un reconocido Hipnólogo y Mentalista que había sido invitado por el CIPAR para realizar una gira por nuestro país demostrando sus facultades extraordinarias. Posteriormente invitó a varios de los asistentes para comprobar su fuerza mental. De las cuarenta y cinco personas presentes nos ofrecimos cuatro: dos hombres y dos mujeres, para esta experimentación. De izquierda a derecha yo fui el último que el profesor Monteiro magnetizó, mientras tanto, pude observar que él tomaba la mano de una de mis compañeras y efectuando un suave tirón de su brazo le ordenó: “duérmase ahora” y en menos de 20 segundos cayó al piso totalmente relajada y en profundo sueño. 



Cortesía Armando Martí
Con el segundo compañero, Monteiro le oprimió las muñecas de sus manos firmemente y exclamó: “sueño” y también quedó profundamente dormido. Este impresionante acto impactó a la siguiente participante quien pidió no ser tocada por él, quizás sus nervios la traicionaron y se defendía ante lo que no conocía, sobre mi hombro miré a la audiencia y todos estaban tan asombrados como yo. 

Sin embargo, no quería desperdiciar la oportunidad de experimentar lo desconocido y me sometí a la prueba. Sonriente el profesor Oseso Monteiro extendió su mano izquierda hacia la mía, yo la entregué, y él suavemente la recibió y noté que su dedo índice derecho oprimía mi arteria radial. Elevando su mano derecha sobre mi frente me miró fijamente a los ojos, en ese instante sentí una especie de mareo, junto con una falta de fuerza en los brazos y piernas, traté de resistirme pero la sensación de un pesado sueño me invadió completamente, al escuchar con los ojos cerrados: “duérmase ya”; caí en un extraño sopor y no recordé nada más. Un par de minutos después, el propio hipnólogo me ayudaba a levantarme del piso y volví a mi consciencia al escuchar los aplausos que los asistentes le ofrecían a este experto por su demostración.

Intrigado y fascinado por esta experiencia, logré crear lazos de empatía con este maestro del magnetismo a quien acompañé por toda la correría que hizo en Colombia, aprendiendo algunas de las técnicas que más tarde servirían para ayudar a muchos de mis asesorados y consultantes, y que además, sería la puerta para empezar a comprender la forma en que funciona nuestra mente a nivel consciente, subconsciente e inconsciente (https://www.youtube.com/watch?v=LpRwJf_bnQM&feature=youtu.be).

Oseso Monteiro nació el 4 de Julio de 1921 en el Pantanal de Corumbá – Mato Grosso Do Sul en Brasil. Fue evaluado en varios congresos de investigación paranormal como poseedor de un 30% más de energía que la del mentalista israelita Uri Geller. También lo llamaban el “maestro del hipnotismo”, reconocido como telépata, vidente y teólogo. Durante muchos años se presentó en los mejores canales de televisión haciendo demostraciones de hipnosis colectiva. La novela “el astro” de la red Globo fue inspirada en su vida. Vivió 15 años en México aprendiendo secretos mágicos ancestrales de los Mayas. Fue el único sobreviviente a la caída de un avión con docenas de pasajeros en Francia, en donde murió su esposa. Posteriormente, Monteiro falleció a la edad de 96 años en su país natal de forma natural y tranquila. 


Explorando nuestra mente


Cortesía Armando Martí

La mente humana es sin duda el sistema operativo biológico más fascinante, tanto así, que muchas de sus estructuras continúan siendo un enigma para la neurociencia y la psicología, en medio de ese universo mental. Sin embargo, hay dos componentes esenciales en la red neuronal del cerebro conocidos como el consciente y el inconsciente, los cuales funcionan y tienen un propósito diferente pero necesitan trabajar enlazados pacíficamente, con el fin de mantener una coherencia en la vida de las personas. 

Cuanto más comprendemos acerca de los diferentes componentes de la mente, más estamos en la capacidad de entender el Yo y desbloquear los canales que conducen al bienestar, equilibrio y sanidad interior, pues en ocasiones tanto el inconsciente como el consciente pueden perder la sincronización, generando una especie de corto circuito y es en este punto donde surgen los problemas, las crisis, los conflictos y la insatisfacción general con la vida. 

Por ejemplo, se puede tomar la decisión consciente de cambiar algo que realmente desea, pero sin una cooperación inconsciente, esa transformación difícilmente ocurrirá. ¿Cuántos de nosotros hemos decidido perder peso, dejar de fumar, ahorrar dinero, no depender de los demás, sólo para que en el primer obstáculo nos rindamos? Esto se debe a que la decisión se tomó a un nivel consciente, pero es en la mente inconsciente donde realmente se impulsan dichas transformaciones. Por eso, crear una buena comunicación entre la mente consciente y la mente inconsciente es la clave para lograr todo lo que se desea. 


¿Cuál es la función de la mente consciente?


Cortesía Armando Martí

La mente consciente es la identidad personal y funciona de manera lógica, racional y secuencial, ordenando las cosas para que puedan procesarse y entenderse, es decir, cuenta con la capacidad de gestionar siete piezas de información por segundo, según el estrés bajo el que se encuentre. 

Ser consciente significa estar disponible para informar y usar intencionalmente el control de cada comportamiento, que puede iniciarse o detenerse deliberadamente hasta que aparezcan las condiciones adecuadas de certeza y seguridad en la persona. Este contenido mental a su vez, se emplea en formas adaptativas y las cadenas antiguas de respuesta pueden romperse, reorganizarse y resignificarse, en otras palabras, la mente tiene la habilidad de conseguir ser reprogramada con ayuda de un profesional idóneo. 


¿Qué es la mente inconsciente?


Cortesía Armando Martí

Por otra parte, la mente inconsciente es irracional, funciona simbólicamente y es de donde proviene la imaginación; también domina las emociones, es decir, se encarga de retener una inmensa cantidad de información que los sentidos están recibiendo por segundo. El inconsciente no distingue entre lo que es interno y externo, de ahí que por ejemplo, aunque conscientemente se reconozca que la discusión  sostenida con la pareja hubiera ocurrido ayer, hace meses o años, cuando se recrea nuevamente esta situación en la mente, el cuerpo libera todos los mismos químicos como si estuviera sucediendo una vez más. Esto es lo que hace que la visualización sea inmensamente poderosa, porque inconscientemente no se diferencia entre lo que es real y lo que es imaginario.

La mente inconsciente tiene muchas funciones, como controlar el cuerpo (respiración, digestión, sistema nervioso, básicamente todos los procesos internos) y almacenar todos los recuerdos, vivencias, pensamientos y sentimientos. Además, el principal interés del inconsciente es proteger a la persona de cualquier estímulo, trauma, dolor o pérdida, razón por la cual, siempre está aprendiendo, adquiriendo nuevas creencias y experiencias, para darle forma al Yo. Por eso, los comportamientos habituales se descargan en el inconsciente y se ejecutan en modo "piloto automático", dejando la mente consciente libre de hacer otras cosas. Cuando queremos modificar alguna de las conductas aprendidas que no están funcionando en la cotidianidad, sólo se puede efectuar en la medida que haya una buena comunicación entre la mente consciente e inconsciente, para crear un equilibrio entre los dos. (https://www.youtube.com/watch?feature=youtu.be&v=VMuQOjM38yA&app=desktop)

En términos simples, el inconsciente es realmente el sótano, la biblioteca subterránea de todos los recuerdos, hábitos y comportamientos. Es el almacén de las emociones profundas que se han ido registrando a lo largo de la vida, como un evento traumático en la infancia, el bloqueo de algunos deseos sexuales escondidos, las pulsiones y tendencias secretas de cada ser humano. 


¿Cómo trabaja el subconsciente?


Cortesía Armando Martí

La función principal del subconsciente es filtrar toda la información innecesaria, como en un detrás de cámaras para que la mente pueda realizar su trabajo diario sin inhibiciones y lo hace tan lógicamente como puede, según los programas a los que tiene acceso desde el inconsciente, eligiendo qué recordar. 

Es importante recordar que con el tiempo el cúmulo  de deseos ocultos en el subconscientes junto con las emociones reprimidas se vuelve más pesado. Por eso, si este depósito de chatarra no se limpia de vez en cuando llevando las emociones reprimidas a la superficie de la mente consciente, con el tiempo existe la posibilidad de algún tipo de ruptura psicológica o fisiológica, si no se logran expresar y desintoxicar por medio de una catarsis. 


Freud: el viajero del inconsciente



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El padre del psicoanálisis: Sigmund Freud

Antes del descubrimiento del inconsciente y su poderosa influencia en las enfermedades mentales   y desequilibrios emocionales, los síntomas se atribuían a posesiones demoníacas, hechicería, maldiciones o brujería, pues el mal reinaba con gran ímpetu y la ignorancia lo fortalecía. Además, la religión era inflexible con constantes amenazas de condenación eterna, empeorando la situación de los seres humanos. 

Afortunadamente desde hace casi más de 100 años, el papel de las influencias inconscientes en nuestro pensamiento ha despertado el interés de los científicos; así lo hizo Sigmund Freud, médico neurólogo austriaco de origen judío y padre del psicoanálisis, quien enfatizó la mente consciente como el lugar del pensamiento racional y emocional; y el inconsciente como la guarida de lo irracional. 

Por eso Freud describía las capacidades de la mente consciente como un escáner que percibe un evento, provocando la necesidad de reaccionar y luego, dependiendo de la importancia del mismo, almacenarlo en el inconsciente o en el área subconsciente de la mente humana donde esté disponible para nosotros: "Por lo tanto, la mente inconsciente se puede ver como la fuente de los sueños y los pensamientos automáticos (los que aparecen sin causa aparente), el depósito de recuerdos olvidados (que aún pueden ser accesibles a la conciencia en algún momento posterior) y el lugar de los implícitos (las cosas que hemos aprendido tan bien que las hacemos sin pensar)”

Es por esto que la mayoría de los contenidos del inconsciente son inaceptables o desagradables, como sentimientos de dolor, ansiedad o conflicto. Freud comparó los tres niveles de la mente con un iceberg: la parte superior que se puede ver sobre el agua representa la mente consciente; la parte que está sumergida bajo el agua pero aún es visible es el preconsciente; y la mayor parte del iceberg que se encuentra oculta debajo de la línea de flotación representa el inconsciente.


Carl Jung: el artesano del espíritu 


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Carl Jung el creador de los arquetipos

Con el fin de nutrir la investigación del estudio de la mente humana, Carl Jung médico psiquiatra y psicólogo suizo, profundizó desde otras orillas la mente consciente e inconsciente, a través de los fenómenos ancestrales que se producen a un nivel de la comunidad desde la cultura, los mitos y las leyendas. A esto lo llamó “arquetipo” (modelo), pues el inconsciente es una construcción de aspectos tanto individuales como colectivos. 

Esta matriz mental moldea la forma en que percibimos e interpretamos las experiencias diarias, según el bagaje histórico heredado de cada pensamiento y experiencia de los antepasados. Por eso los arquetipos son conceptos en forma de patrones y símbolos emocionales y conductuales, que ayudan a filtrar y procesar las sensaciones, percepciones e imágenes, brindando un sentido a la existencia desde el “inconsciente colectivo” (https://www.youtube.com/watch?v=kIVizlvks8w&feature=youtu.be). 

Debido a la anterior, para Jung un arquetipo es: “universal y puede ser reconocido tanto en manifestaciones culturales de distintas sociedad como en el habla, el comportamiento de las personas y por supuesto en los sueños, afectando todo lo que hacemos incluso sin darnos cuenta.”

Los arquetipos de Jung


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A continuación algunas clasificaciones arquetípicas esenciales, en las cuales se pueden ubicar no sólo los comportamientos sino también entender los roles inconscientes desempeñados por los seres humanos: 

1. El inocente:es el niño espontáneo y confiado que, aunque un poco dependiente, tiene el optimismo para emprender el viaje. El inocente, temiendo el abandono, busca la seguridad. Su mayor fortaleza es la confianza y el optimismo que lo lleva a los demás para obtener ayuda y apoyo en su búsqueda interior.

Lado de la Sombra arquetípica:capacidad para negar lo que realmente está sucediendo, haciendo daño a los demás y a sí mismo. 

2. El huérfano:revela una estructura profunda influenciada por el niño herido o huérfano que espera muy poco de la vida, pero que enseña con empatía, realismo e inteligencia callejera. El huérfano por temor a la explotación, busca recuperar la comodidad del útero y la seguridad neonatal en los brazos de padres amorosos. Su fuerza es la interdependencia y el realismo pragmático, aprendidos a una temprana edad. Un peligro es que caerá en la mentalidad de víctima y por lo tanto, nunca alcanzará una posición heroica.

Lado de la Sombra arquetípica:la víctima que culpa a los demás por su incompetencia, irresponsabilidad e incluso de comportamientos abusivos y espera un tratamiento especial por parte de la vida.

3. El guerrero:resistente y valiente, este arquetipo ayuda a establecer y alcanzar metas, superar obstáculos y persistir en tiempos difíciles, aunque también tiende a ver a los demás como enemigos. El Guerrero es disciplinado, constante y relativamente simple en sus patrones de pensamiento, buscando ganar siempre sin importar a lo que se enfrente.

Lado de la Sombra arquetípica:El villano que usa las habilidades del Guerrero para obtener ganancias personales sin pensar en la moral, la ética o el bien grupal. También está activo cuando nos sentimos obligados a comprometer nuestros principios para competir y ganar (corrupción nacional e internacional).

4. El destructor:encarna una rabia reprimida sobre las estructuras que ya no le sirven en la vida, incluso cuando estas son apoyadas por la sociedad o por las propias elecciones conscientes. Como luchadores, son descuidados de su propia seguridad y también pueden poner a otros en peligro. Su búsqueda es cambiar, dejar de lado la ira o cualquier otra fuerza que los impulse y volver al equilibrio. 

Lado de la Sombra arquetípica: incluye todos los comportamientos autodestructivos (adicciones, compulsiones o actividades que irrumpen en la intimidad, el éxito profesional o la autoestima) y todos los comportamientos, como el abuso emocional o físico, que tienen efectos destructivos en los demás. 

Lo anterior explica el por qué y el para qué de los fracasos, accidentes, bloqueos y conflictos de algunas personas, que al no saber usar su propia inteligencia inconsciente terminan proyectando para su destino profecías destructivas autorealizadoras. Como diría Carl Jung: “Hasta que el inconsciente no se haga consciente, el subconsciente dirigirá tu vida y tú le llamarás destino.” (https://www.youtube.com/watch?v=yogo1Aw6w5c&feature=youtu.be)


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Excelente contenido,muy completo e interesante