Konciencia: La hipnosis y la autohipnosis sin misterios

 



Cortesía George Potter

 

Por: Armando Martí


En el cerebro humano se sintetiza la grandeza del universo. Un submundo lleno de energía, información, pensamientos, imágenes y recuerdos, que develan dimensiones donde almacenamos el conocimiento necesario para la evolución y la conservación de nuestra especie. 

 

 

Este vital y complejo órgano forma parte del sistema nervioso central, controla las funciones de nuestro cuerpo y regula los pensamientos, los sentidos, las emociones, las reacciones, el comportamiento y el razonamiento.   

 

 

Estamos familiarizados desde la ciencia con la mente consciente (lógica), pero también confluyen dentro de nosotros el subconsciente (emociones, deseos y gustos) y el inconsciente (zona primitiva donde se almacena el aprendizaje generacional). 

 

 

Con el fin de tener acceso a estos niveles profundos del ser, comprenderlo y sanarlos, se han empleado a través del tiempo, varias herramientas humanísticas tales como la intervención psicológica, el psicoanálisis, la hipnosis, la PNL (Programación Neurolingüística), el Coaching Ontológico y la Logoterapia, entre otras. 

 

 

En el caso de la hipnosis, que es el tema central del artículo, las primeras manifestaciones intuitivas de su utilización se remontan a la época prehistóricos. En ese entonces, nuestros antepasados emitían y producían sonidos, bailes, ritos y palabras, llegando a dominar a través de algunos estados alterados de la mente, la sensación de temor, el cansancio físico e incluso estimulaban el sistema inmune para controlar ciertas enfermedades.

 

 

El término hipnosis tiene su raíz en la mitología griega, pues hace referencia a una deidad menor llamada Hypnos (personificación del sueño) quien tenía un gemelo Tanathos (representación de la muerte no violenta), ambos eran hijos de Erebo (sombra) y de Nix (noche). Estos hermanos pertenecían a las oscuridades subterráneas, por eso vivían en una cueva (el inconsciente). 

 

 

Hypnos se casó con las Gracias (diosas del encanto, la belleza, la naturaleza, la creatividad humana y la fertilidad) y tuvieron mil hijos.  Algunos de ellos fueron muy especiales, como Morfeo, quien contaba con la capacidad de inducir sueños donde aparecían humanos. 

 

 

Por otro parte, Fobetor, generaba sueños de espanto con animales y, Fantasos, producía sueños de fantasías con seres inanimados como árboles, plantas, agua, rocas, entre muchos otros. Estos hermanos, fueron los herederos del poder sobre la mente.

 

¿Qué es la hipnosis?

 



Cortesía Faruk Kaymak

 

La hipnosis es una técnica para explorar y analizar ciertos estados naturales del cerebro. Durante la intervención hipnótica, los profesionales de la salud mental logran concentrar las facultades analíticas y lógicas de sus asesorados, con el fin de comprender el funcionamiento del subconsciente y llegar a niveles más profundos para encontrar respuestas ocultas en el inconsciente. 

 

 

Por eso, la hipnosis ayuda a liberarnos de algunas represiones, traumas y bloqueos emocionales. Esto es posible, gracias al poder de la sugestión (condición propia de la inteligencia humana), que bien enfocada, puede producir increíbles efectos positivos en las personas, ayudándolas a cambiar conductas, hábitos, malestares, adicciones y fobias, las cuales nos impiden encontrar estrategias y soluciones para mejorar nuestra calidad de vida. 

 

(https://www.youtube.com/watch?v=AXVQYB1olZ0&feature=youtu.be)

 

 

Sin duda, la moderna hipnosis clínica, se ha reivindicado socialmente al dejar atrás su estigma y asociación con los poderes mágicos, la superstición y la ignorancia del tema. 

 

 

No obstante, existe una práctica llamada “hipnosis de palco” que se muestra como show en los medios y cuya finalidad es el entretenimiento. Allí se emplea la sugestionabilidad de aquellas personas que voluntariamente suben al escenario para “actuar” y divertirse. 

 

 

En este caso, no se está haciendo ninguna intervención clínica y el pequeño trance motivado por el “hipnotizador”, es el mismo experimentado por las personas durante la proyección de alguna película que les produce varias emociones.

 

 

Actualmente, la hipnosis es aceptada por médicos, psiquiatras, psicólogos y psicoterapeuta, quienes usan esta técnica para reprogramar y modificar la forma en que algunas veces, el cerebro interpreta y distorsiona la realidad cotidiana.

 

 

De esta manera, se producen cambios rápidos en los pacientes, especialmente en el comportamiento y el control de sus emociones. Ahora bien, si este proceso es complementado con la visualización mental y la relajación física, se puede inducir al cerebro a estados de calma y tranquilidad similares a los del sueño. 

 

 

Así pues, la persona no está ni completamente dormida ni completamente despierta durante la intervención. El resultado de esta técnica permite examinar los registros traumáticos, así como también, las defensas psicológicas y los pensamientos de negación o justificación. 

 

(https://www.youtube.com/watch?v=QN4VHMM-0zo&feature=youtu.be)

 

De este modo, se facilita la reintegración y comprensión de experiencias pasadas junto con el descubrimiento de sí mismo. En consecuencia, la hipnoterapia y la reprogramación mental ayudan a resignificar desde una actitud constructiva las enfermedades psicosomáticas, el estrés, la ansiedad y el dolor.

 

 

Igualmente, es eficaz en el tratamiento de problemas de adicción al alcohol, el tabaco, la comida, el consumo de sustancias psicotrópicas (marihuana, cocaína y fármacos) y el control sobre pensamientos obsesivos compulsivos, que aumentan la necesidad de trabajar en exceso, así como también, de los desbordes afectivos, la codependencia y otros trastornos de la personalidad. 

 

Es importante recordar que, durante la sesión hipnótica, jamás se pierde el control de sí mismo y, sus efectos son el fruto de la cooperación de la mente y la imaginación del paciente, quien decide si quiere o no continuar con las sugestiones terapéuticas.

 

Tampoco, se le debe atribuir un poder sobrenatural al terapeuta, pues la hipnosis clínica es un procedimiento científico. Ningún paciente queda bajo el control de la mente de otra persona. Ese es un mito reforzado por algunas obras literarias del género de terror y de muchas películas de Hollywood que enfocan este tema desde el misterio y la fantasía.

 

No me cansaré de repetir, que la hipnosis clínica como técnica debe ser aplicada y ejercida por un profesional calificado. De no ser así, es posible que tenga molestos efectos colaterales.

 

Sin embargo, existen algunas excepciones donde no es aconsejable la aplicación de este método. Por ejemplo, en los trastornos de personalidad múltiple, border line, esquizofrenia y el déficit de atención generalizada, entre otros. 

 

En resumen, la hipnosis es una antigua herramienta que siempre ha estado al servicio del bienestar humano. Precisamente, en estos tiempos de incertidumbre ante la pandemia causada por el COVID – 19, la hipnosis se está reinventando para seguir ofreciendo aportes al momento de solucionar los diversos problemas emocionales y mentales, los cuales están surgiendo por el prolongado confinamiento social preventivo.  

  

Descubriendo las técnicas de autohipnosis

 



Cortesía Jr. Korpa

 

La hipnosis y reprogramación mental son herramientas muy poderosas para mejorar nuestro desarrollo personal. Estas técnicas pueden ser aprendidas para aumentar la confianza en la vida. Además, nos podemos liberar de la represión emocional y sexual, al igual que fortalecernos interiormente y vencer el miedo a los desafíos cotidianos.

 

El proceso para aprender a usar con éxito la autohipnosis, es a través de un terapeuta experto quien, mediante ejercicios prácticos, nos ayuda a estar presentes con conciencia plena con el fin de conocer nuevas formas de gestionar las emociones y poder ser dueños de nosotros mismos. 

 

La visualización y la imaginación son los elementos esenciales al momento de reprogramar nuestro subconsciente de forma sencilla y autónoma. 

 

Si nunca hemos practicado el uso de la imaginación guiada, no debemos preocuparnos, pues alguna vez, todos hemos podido visualizar escenas que al ser escuchadas se van a proyectar en nuestra mente. 

 

Casi siempre hablamos con nosotros mismos y estas conversaciones internas están representadas en afirmaciones o en negaciones. De esta forma, es posible adaptar las palabras que utilizamos cotidianamente, repitiendo con disciplina frases positivas que contribuyen a vencer varias de nuestras creencias limitantes. 

 



Cortesía Jr. Korpa

 

Las visualizaciones, están basadas en las palabras, las cuales también pueden ser imaginadas. Esta es una forma para aprender a sembrar mejores actitudes y nuevas opciones en nuestro inconsciente.

 

A continuación, quiero compartirles a los lectores de la sección Konciencia de kienyke.com un ejercicio sencillo, pero muy efectivo de autohipnosis.

 

El propósito es utilizar el poder sanador del amor para fortalecer nuestro sistema inmunológico ante las infecciones que nos están rondando desde hace meses.  

 

Recordemos que esta emoción, es la más transformadora y potente de todas y por ello, puede hacernos sentir muy bien física y emocionalmente. Existen varios tipos de amor: hacia nuestros hijos, familiares y pareja, como también a la humanidad, al mundo en general y hacia Dios.

 

El amor no se agota, pues entre más lo compartimos más lo recibimos. Si uno ama y se siente amado, la vida adquiere un mejor propósito. 

 

Visualización del amor

 



Cortesía Mario Mesaglio

 

Mientras procuro estar en un ambiente cálido y amable, con música suave y desconectado del celular, empiezo a relajarme respirando lenta y profundamente. Poco a poco aquieto mis pensamientos, estando en el momento presente. 


Dejo que mi mente vague hasta mi infancia y piense en el amor que entonces sentía. Quizá el amor que sentía hacia otros miembros de mi familia, quizá hacia un animal doméstico o incluso por una muñeca o un osito de peluche. 

 

De niño no me preocupa si ese amor era o no correspondido; lo daba de modo incondicional. Ahora permito que esa sensación de amor inunde todo mi ser, cálido y tierno. Sigo siendo esa persona, todavía tengo una gran cantidad de amor para dar. 

 

También he recibido amor en mi vida; el amor de mi familia, mis amigos o de un animal. Tanto si estas personas actualmente están cerca de mí como si no lo están, ese amor no cambia, sigue rodeándome. 

 

Aunque muchos de ellos hayan muerto, conservo el recuerdo de su amor que mantiene mi sensación de afecto y, del mimo modo, que puedo seguir amando a alguien que ya no está vivo. No hay ninguna razón por la que los demás tengan que dejar de amarme sólo porque no podemos vernos. 

 

No olvidaré amarme a mí mismo; es una forma muy importante de amor y, no obstante, olvidaba muy a menudo. Sé que, al igual que todos los demás seres humanos, tengo mis defectos, pero no amamos sólo la perfección. 

 

El verdadero amor se da de manera incondicional, sin importar los defectos. Así que puedo amarme a mí mismo, con todas las imperfecciones. Y cuanto más experimento este amor, más capaz seré de trabajar para cambiar cualquier aspecto con el que no esté satisfecho. 

 

Me ocurra lo que me ocurra durante mi vida, siempre tendré esa reserva de amor: amor hacia mí mismo y amor dado libremente al cual recurrir. Esto me ayudará a hacer frente a las ocasiones negativas y aumentar las positivas. 


Bibliografía 

- Úrsula Markham. Las respuestas están dentro de ti. Intermedio editores: Robin Book. 

- Carlos Ramos. Hipnosis y psicoterapia. Gascón Editorial (EDAF). 


www.armandomarti.com

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