Cortesía Free Walking Tour Salzburg
Por: Armando Martí
Estamos transitando en medio de una de las peores crisis vividas por la humanidad, desencadenada por la temible COVID-19. Muchos de los paradigmas y creencias que sostenían al mundo, han cambiado de manera abrupta. Por eso, si continuamos pensando que somos capaces de controlarlo todo, seremos arrastrados a los abismos del estrés, la ansiedad, la ira y la frustración.
Insisto, que no tiene ningún sentido pretender que las actuales circunstancias pueden ser moldeadas a través de nuestras anteriores ideas, por demás confusas y programadas hacia el consumo y el statu quo, que consiguen bloquear los mecanismos de adaptación para sobrevivir a esta inusitada pandemia.
Es importante tomar conciencia que nuestra salud física, emocional y mental están por encima de cualquier cosa. La constante incertidumbre que nos lleva a la angustia generalizada, es posible controlarla mediante un cambio en nuestra actitud para abrir paso a la confianza, la valentía y el optimismo (a veces trágico), con el fin de superar los desafíos de la vida.
Nadie necesita sentirse desesperado ni sin salida, pues cada situación tiene opciones de resolución. Si en varios momentos del día sientes que tu vida está dominada por la prisa y la ansiedad, detente y respira profundamente para escucharte a ti mismo en tu interior, donde están todas las respuestas que necesitas para existir.
Durante este misterioso y necesario “alto en el camino”, aprendí algunas cosas que fueron transformando mi alma. Por ejemplo, todo en la vida es temporal: el trabajo, el dolor, la felicidad, el placer y el esfuerzo. De esta forma, no debo perder más tiempo en tener resentimientos, odios y retaliaciones.
También entendí, que una de las mayores riquezas están en mi interior y desde allí, mi salud integral se fortalece. Además, pude expresar aquellos sentimientos reprimidos y decirles a mis seres queridos cuanto los aprecio, admiro y amo. Desperté de la ilusión de los anhelos materiales y me liberé de las cadenas de la apariencia. Por eso, fue posible ahorrar dinero como nunca antes lo había hecho.
Sin duda, la necesidad de un modo de vida más simple y lleno de sentido me convirtió en un emprendedor de bienestar, solidaridad y servicio a los demás. Finalmente, desde la humildad logré pedir ayuda a un Poder Superior a mi ego, poniendo mi existencia en sus manos.
Señales de una vida con propósito
Cortesía Kelvin Han
El cerebro es una fuente de energía que, si la diriges desde una actitud mediada por la consideración y el cuidado de ti mismo, hace que la armonía y la claridad de la verdad retornen nuevamente a tu vida.
La mayoría de las enfermedades se originan en el inconsciente, que funciona como una especie de sótano donde se almacenan las experiencias más dolorosas, desagradables y traumáticas que han ocurrido a lo largo del tiempo.
Al reprimir estas emociones, el cuerpo genera diferentes mecanismos de alerta como respuesta a una somatización del estrés, la angustia y la ansiedad, que producen alergias, afecciones inmunitarias, úlceras y malestares crónicos, entre otros síntomas.
Es tu tarea primordial aprender a cuidar de ti, buscando espacios de tranquilidad y silencio para reconectarte con la esencia de la existencia. De esta manera, encontrarás que la reflexión y la introspección son instrumentos de lucidez y serenidad, los cuales permiten transformar los hábitos negativos en un bienestar estable y duradero.
La calma es uno de los mejores remedios para lograr el equilibrio interior y la salud mental. No olvides, que un corazón alegre multiplica el deseo de ser feliz y mejora la calidad de vida.
La paz sanadora es una gracia espiritual, enfócate en lograr una nueva conexión con el mejor médico del universo: nuestro amoroso e incondicional Dios.
El encuentro con mi “yo” interior
Cortesía Yasmine Arfaoui
Los ejercicios transformativos que a continuación te ofrezco, tienen como objetivo el que puedas habilitar un proceso que se mantenga en el tiempo y cuya finalidad, es la de conservar nuestro sosiego, a pesar de todo. Este comienza al resignificar tu amor propio a través del cuidado de ti mismo.
Puedes realizar esta práctica desde tu imaginación, creatividad e intuición, eligiendo un ambiente tranquilo con música suave, poca intensidad de luz y preferiblemente en espacios de soledad interior. Recuerda que posees una maravillosa capacidad de cambio y este es el don más poderoso de la naturaleza humana.
El despertar espiritual se logra ejercitando constantemente la intención de dar y recibir amor. Nacemos para convertirnos de manera libre en la energía divina, que nos guía de regreso a nuestro verdadero hogar espiritual. Pero, en ocasiones, podemos bloquear este proceso y enfermar, pues nuestra mente reactiva se opone a la luz de la sabiduría inconsciente.
No podemos hacer nada solos. La interacción humana es uno de los más importantes sentidos de vida y cuando estemos fatigados por la búsqueda espiritual, debemos dejar que Dios tome la iniciativa. Él siempre tendrá mejores planes para nosotros.
Ejercicio transformativo 1: Una nueva actitud hacia el bienestar
Realiza algunas respiraciones lentas y profundas, muy suavemente sin ninguna prisa. Al inspirar, disfruta de la energía que te da el oxígeno, vivificando cada célula de tu cuerpo. Al exhalar, imagina que todas las tensiones, preocupaciones y desarmonías salen de tu mente. Inhala de nuevo y siente que te llenas de paz, serenidad, confianza y bienestar.
Cuando logres relajarte, visualiza una luz suave y tenue encima de tu cabeza, del color que tú elijas. Siente como esta vibración sanadora recorre amorosamente tu cara, cuello, hombros, pecho y espalda, llegando hasta tu estómago, caderas, piernas, pantorrillas y pies, desbloqueando emociones dolorosas que se han acumulado durante mucho tiempo en algunas zonas de tus órganos internos y externos.
Las frecuencias relajantes del color elegido te hacen experimentar una nueva sensación de alivio, libertad y sanidad integral, por lo que agradeces al universo el regalo de la vida, concientizándote que desde una nueva actitud podrás empezar a estar y sentirte bien.
Ejercicio transformativo 2: ¿Quién soy yo?
Mira tu rostro frente a un espejo. Por unos minutos, deja que todos los pensamientos al observarte surjan espontáneamente. Pregunta en voz alta varias veces: ¿quién soy yo? Imaginando que tienes diferentes máscaras que cubren tu cara. Intenta quitarte aquella que usas con mayor frecuencia para darle gusto a los demás y reflexiona sobre qué otra atadura o disfraz deseas erradicar de tu vida, para así́ empezar a salir de tu cárcel emocional.
Tiempo de duración: dos a diez minutos, según lo que te diga tu intuición.
Ejercicio transformativo 3: Amor sanador
Siéntate cómodamente. Respira de forma tranquila e imagina que una nueva sensación amorosa está naciendo en tu corazón. Después de dos minutos, concéntrate en tu centro espiritual que está vibrando en amor.
Ahora lleva esa vibración a donde creas que necesitas armonizar cualquier dolor físico o vacío interior. La intención bondadosa de consideración hacia ti mismo es la base de este ejercicio. Extiende esta sensación a las personas que aparezcan en tu mente sin importar que te amen o te hayan hecho daño.
Ejercicio transformador 4: La fuente del equilibrio
En el silencio, sin interrupciones, sincroniza tu mente en una frecuencia de calma y sosiego. Imaginando que una fuente de agua cristalina va limpiando tu cerebro de todos los pensamientos que impiden tu relajación. Vas a empezar a sentir que el lento, pero plácido movimiento del agua renueva tu fatiga física y emocional.
Desde ese bienestar, vas a mirar tu rostro reflejado en la fuente con una sonrisa interior llena de equilibrio y salud. Amplía esta imagen a todo el cuerpo y suelta las cargas, responsabilidades, deseos, obsesiones y espejismos materiales, eligiendo una vida simple que te lleve a la paz.
Ejercicio transformativo 5: Una esfera de luz
Busca un espacio donde puedas estar en contacto con los elementos de la naturaleza. Siente como el aire toca tu rostro mientras te vas fusionando con las texturas y sonidos de la Tierra. Ahora lleva tu atención al centro del corazón, ese lugar donde habita tu universo interior, liberando todas las energías, pensamientos y emociones adversas del pasado.
Mientras continuas sintiéndote en calma, visualiza una esfera de luz delante de ti y percibe como sus rayos van sembrando en tu ser cualidades vitales como las de la sinceridad, la armonía, la conciencia, la valentía, la compasión y la espontaneidad, con el fin de liberarte de las culpas y cargas emocionales innecesarias.
Fuente: Libro Viajero Interior: Un Camino Simple Hacia la Serenidad Personal. Editorial Carrera 7ª (Cuarta Edición). Autor: Armando Martí.
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