Cortesía Charlie Foster
El amor en esencia nunca nos hará daño, es el ego y nuestra dualidad, la que nos hace sufrir y confundirnos. Esta dolorosa desarmonía, nos indica que estamos desconectados del verdadero amor.
La pasión es un elemento poderoso para sentirnos vitales, no desde el concepto occidental de poder, que se utiliza para controlar al otro, sino por medio del concepto oriental del camino del Tao, que nos enseña a armonizar nuestra mente y a fortalecer la voluntad y el deseo de estar juntos sin forzar esta misteriosa fuerza creadora.
Conectarse integralmente al amor en pareja, implica la aceptación tanto del uno como del otro, experimentando y gozando del sexo, la recreación del erotismo y el complemento emocional positivo y negativo, para construir un proyecto inteligente de vida juntos.
Cuando menos lo pensamos, donde menos lo esperamos, con quien nunca imaginamos que sucedería, en cualquier ambiente, cualquier día a cualquier hora, el amor se nos revela en una certeza inesperada de que nos hemos enamorado.
Cuando intentamos analizar, negar o dominar el amor, paradójicamente estamos más atados a seguir amando, pero de forma equivocada pues a veces confundimos sexualidad, erotismo y pasión con el auténtico amor incondicional.
El comienzo del fin en la pareja
Cortesía Wesley Balten
La necesidad de tu propia perfección y dominio sobre el otro, es el principio del fin en la pareja, por la sencilla razón de que el amor nace y no se impone. La mayoría de las relaciones terminan porque una vez que la persona conquista a la otra, esta deja de hacer las cosas que antes hacía para agradarla, debido a que sus intenciones no eran congruentes y, de esta manera su disfraz cae por la fuerza de la verdad dando paso a la decepción y a la desconfianza.
La mayor dificultad del amor es cuando la soberbia, el miedo y la mentira le ganan a la humildad, la compasión y el perdón. Vigilar, obligar, competir, controlar, culpabilizar, victimizarse, celar y amenazar, impiden la experiencia real y auténtica de amar.
Como Coach de Vida y de Pareja, analizo que en muchas de las consultas de mis asesorados no existen en realidad motivos importantes para decidir separarse y terminar con el gran capital emocional invertido en ellos, construido además desde el justo propósito de consolidarse y encontrar la felicidad.
A veces, pequeños o grandes errores, comportamientos aprendidos en la infancia y creencias familiares tienen solución a atreves del diálogo y la toma de conciencia personal. Algunos de estos errores que he detectado son:
1. Acumular molestias y detalles que, al no expresarse, explotan de forma inadecuada y se vuelven inmanejables.
2. Dejarse aconsejar por personas, amigos y familiares sobre la intimidad en pareja.
3. Burlarse o ridiculizar a la pareja delante de los demás, especialmente con algún defecto físico o de carácter que cause humillación y resentimiento.
4. Levantar la voz, amenazar y gritar a la pareja, exigiendo tener la razón e imponiendo sus ideas.
5. Proyectar amargura y pesimismo, erradicando el buen humor sin hacer reír a la pareja.
6. Adivinar y no preguntar los motivos por los cuales la pareja está teniendo una mala actitud y constante enfado.
7. Repetir lo mismo una y otra vez, sacando en cara lo que se da y, además, criticando todo lo que la pareja dice o hace.
8. Decir constantes mentiras (pequeñas o grandes) para esconder el miedo ante la amenaza de abandono y la rabia a causa de la manipulación.
9. Asumir el errado papel del padre/esposo, al igual que el de madre/esposa/, con el fin de “volverse” educadores de la pareja como si no fueran capaces de crecer y responsabilizarse de sí mismos.
10. Justificar que la ausencia de relaciones sexuales e intimidad no es tan importante en la pareja, cuando en realidad es todo lo contrario.
11. Los celos innecesarios al no entender que cada persona tiene una historia personal en su pasado, y tiene el derecho de recordar lo vivido con cualquiera de sus anteriores relaciones, debido a que esa experiencia le impide cometer los mismos errores y mejorar en su relación actual.
12. Sin contar con el apoyo de la pareja, tomar decisiones que afecten el dinero y presupuesto económico para llevar a cabo el proyecto de vida que juntos eligieron.
Por: Armando Martí
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