(Fragmento de mi
libro Reflexiones para un Nuevo Camino, Editorial Solar)
El arte de vivir en paz es
el resultado de haber atravesado diferentes pruebas adversas, dolorosas,
desafiantes y reveladoras a lo largo de la vida, que impulsan al encuentro de
la auténtica esencia. Conocerse a uno mismo es un proceso largo y de transformación
constante, pues hemos aprendido a utilizar varios disfraces sociales, que nos
separan del carácter humano y trascendido con el que fuimos creados.
La mentira habita en la
Tierra mucho antes que las palabras. Las especies se camuflaban para sobrevivir
en lugares salvajes y agrestes. Hay realidades ocultas en las profundidades del
inconsciente, en esa caja de Pandora llamada mente, tales como heridas de
infancia, traumas, abusos emocionales y sexuales, ira, resentimiento, rechazo y
muchas emociones encubiertas. El sendero del crecimiento personal es uno de los
caminos más liberadores hacia el encuentro con el verdadero Yo.
Sin prisa, pero con la firme y humilde convicción de seguir la guía de un Poder Superior y desde el lenguaje del corazón, podemos tener la oportunidad de sanar, perdonar, aceptar y liberar todo este peso existencial, reconociéndonos como seres vulnerables unidos al amor incondicional del Creador.
La desolación interior, acompañada de una ausencia de satisfacción, alegría y esperanza, conduce a un abismo emocional producto de una desconexión que se intenta llenar con poder, fama, dinero, bienes materiales, relaciones sentimentales e incluso con la búsqueda desesperada de maestros espirituales para aliviar dicha sensación.
En el fondo, este fenómeno hace parte de una experiencia humana universal, pues todos nosotros en algún momento de la vida podemos experimentar un “sentimiento de vacío”.
Pero, ¿qué se entiende por experiencia de vacío? La experiencia de la vacuidad es una manifestación a nivel inconsciente por una percepción de ausencia y carencia de afecto o atención de alguna figura de poder vital en la formación de la psique, para llevar a cabo los procesos, acciones y decisiones como individuo a lo largo de la existencia.
Por eso, los sentimientos de
vacío están relacionados con sentirse no deseado (falta de tacto) y
abandonado (falta de cercanía), razón por la cual, el individuo para
sobrevivir a su entorno se engancha con personas o situaciones que puedan
brindarle un alivio a ese dolor (codependencia).
La autonomía emocional está dentro de cada uno de nosotros y la sanación del vacío interior, comienza mediante una conexión consciente con Dios que aporta un sentido de trascendencia.
Ejercicio Transformativo 1
Lee en voz alta la
reflexión anterior, por dos veces. Ahora léala en voz muy baja casi como un
susurro, por dos veces nuevamente. ¿Cuál es la diferencia entre estas dos
acciones? ¿El tono de la voz influye en tus estados de ánimo? ¿En qué parte
de tu cuerpo sentiste un mayor vacío interior? ¿Cuál de las palabras llamaron
tu atención durante el ejercicio y emergieron de tu consciencia para llenar
ese vacío?
Ejercicio Transformativo 2
Siéntate cómodamente.
Respira de forma tranquila e imagina que una nueva sensación amorosa está
naciendo en tu corazón. Después de dos minutos, concéntrate en tu centro
espiritual que está vibrando en amor. Ahora lleva esa vibración a donde creas
que necesitas armonizar cualquier dolor físico o vacío interior. La
intención bondadosa de consideración hacia ti mismo es la base de este
ejercicio. Extiende esta sensación a las personas que aparezcan en tu mente sin
importar que te amen o te hayan hecho daño.
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