Ir al contenido principal

Frankenstein y la Reforma a la Justicia … ¿Mentira o Verdad?





Indignados, frustrados, y decepcionados, nos hemos sentido los colombianos, con el ambiente agitado y tenso, de las últimas semanas, debido a la aprobación de la polémica Reforma a la Justicia, las objeciones presidenciales, y el posterior hundimiento del “orangután“el cual “nadie vio“ a pesar de tener el tamaño del legendario King Kong, que antes de morir aterrorizó a toda la ciudad.



Personalmente llamaría a este vergonzoso proyecto de ley: “El Frankenstein colombiano“, criatura creada por el deseo omnipotente, de superar lo imposible, por parte del Doctor Victor Frankenstein. Quien uniendo partes de diferentes cadáveres, y transgrediendo toda ley natural, le dio “vida“ a un grotesco y horripilante ser, que a la postre se reveló contra su inventor, matando a sus seres más queridos, como retaliación, al no conseguir una compañera igual de monstruosa a la Reforma a la Justicia, para que lo acompañara en su soledad. Este pedido fue hecho, por el engendro, al tristemente célebre Dr. Frankenstein, el cual dejó a medio terminar su segunda calamitosa creación, frustrada a tiempo, pues de otra forma, hubieran existido dos monstruos, inconcientes y vengativos, haciendo daño a los habitantes 
de la región.


La pródiga imaginación de la autora Mery Shelly, a través de su novela publicada en 1818, nos acerca metafóricamente a esta dura realidad colombiana. Así como también, la magistral interpretación del actor británico: Boris Karloff, en la primera versión llevada al cine de “Frankenstein“ en 1931, dirigida por el inglés: James Whale, y producida en Hollywood. Cualquier parecido físico, con algunos protagonistas de la escandalosa reforma, es pura coincidencia, como pueden juzgar, en la foto de la referencia.

Las consecuencias funestas, de esta decepción político-judicial empiezan a percibirse, tanto en el gobierno, como en el congreso, y las cortes. Así lo reveló una encuesta realizada entre el 21 y 27 de Junio, por la firma Invame Gallup a nivel nacional, donde se ve reflejado el drástico deterioro en la imagen del presidente Juan Manuel Santos, con una caída de 16 puntos, debido a las continuas falencias en el Sistema de Salud, problemas de orden público, y la cuestionable Reforma a la Justicia. De igual manera, la imagen del congreso se vio afectada, llegando a un 69% de desfavorabilidad. Estos resultados lo único que evidencian, es solo una parte de la crisis institucional, que atraviesa el país.

El ir y venir de los parlamentarios y del gobierno para buscar un responsable, generó una serie de excusas, a manera de “lavarse“ las manos frente a la  responsabilidad política y judicial, que toda la opinión pública y los medios de comunicación, exigían frente a este acto de atropello. Un circo de malabares, acrobacias, y actos de magia, para contrarrestar la aprobación de la Reforma a la Justicia, y calmar las turbulentas aguas, que están poniendo en jaque la futura reelección de Juan Manuel Santos.

Ya que los colombianos actualmente no creemos en casi nada, debemos aprender  como moraleja, algunas lecciones de este insuceso de tinte macabro y absurdo. Por esta razón, quiero hoy compartir con ustedes, una serie de técnicas, que gracias a la Programación Neurolingüística (PNL), y al lenguaje no verbal, he aprendido a manejar durante muchos años, para saber si las personas dicen o no la verdad. 

Por ejemplo, ante una futura alocución presidencial, o intervención televisiva de algunos congresistas y senadores de la República, recordemos al observarlos, que la naturaleza del ser humano está diseñada, para tener una comunicación verbal directa por medio del lenguaje, y una no verbal basada en gestos, expresiones, y movimientos involuntarios del inconsciente. Reflejando un comportamiento determinado de la persona frente a un tema o circunstancia específica. En el momento de entablar una comunicación, las palabras solo transmiten el 7 % del mensaje, mientras el tono de voz un 20 al 30 %, y por último el lenguaje corporal un 60 a 80%. Es decir 93% del mensaje se transmite por el tono de voz, y el lenguaje corporal.


Ahora bien, es importante tener en consideración las siguientes partes a la hora de analizar el lenguaje no verbal de una persona especialmente de los políticos de turno tales como: sus rostros y los ojos, las manos, brazos y piernas, postura y movimientos, presentación personal, y actitud entre otros. A continuación, presento unos efectivos tips, que les ayudarán a identificar, de una manera rápida y concisa, si la persona está diciendo la verdad, si por el contrario está mintiendo, se siente incomoda, o sencillamente no le interesa en absoluto la conversación.


1. Si el personaje que usted va analizar, ante una pregunta trivial o trascendente, como por ejemplo `´ ¿Qué tuvo usted que ver con los “micos“/ `orangutanes“ y “Frankenstein´s“ que se colaron en la Reforma a la Justicia? “, si el sujeto desplaza los ojos hacia el costado superior derecho, esto significa que la mente construye imágenes para sustentar lo que se va a decir, imaginando la respuesta. Por consiguiente ¡No nos dice la verdad! Aunque igualmente, puede ser una persona con gran creatividad e inventivapara salir con su pensamiento rápido de cualquier pregunta formulada, por los curiosos e inteligentes periodistas.
2. Si ante esas mismas preguntas, el interlocutor traslada la mirada hacia el costado superior izquierdo, el cerebro esta consultando archivos ocurridos realmente, por lo tanto la respuesta viene de un banco de memorias existentes y no imaginadas. En este caso la persona ¡Está diciendo la verdad!
3. Tengan en cuenta que todo movimiento ocular hacia la derecha, ya bien sea arriba, al medio, o abajo tiene tendencia a la mentira, correspondiendo a categorías de individuos visuales, auditivos, y kenestésico, según las teorías de Bander & Grinder, creadores de las técnicas de PNL.
4. Por último, si el entrevistado al contestar nuestros requerimientos, se queda miràndonos fijamente casi sin parpadear, y continua expresando su respuesta, es muy probable que sea un “experto“, en ocultar sus emociones y manipular la verdad, posiblemente entrenado por un asesor de imagen, especialista en el arte del manejo de la psicología de las masas, y del inconsciente colectivo.


Con estos prácticos consejos, podemos controlar el estrés, la rabia e impotencia, al sentir que se nos miente tan descaradamente, en nuestras propias narices. Todo esto puede mejorar la calidad de vida, ya que al descubrir la verdad, y los defectos de las otras personas, mejoramos las opciones de ver las mentiras en nosotros mismos, y la facilidad con la que las expresamos a cada momento. Entendiendo que ningún ser humano es perfecto, pero si perfectible, superando por diseño y programación natural, sus falencias, disfuncionalidades, y contradicciones que no podía notar. Es imposible, que el ojo se mire a si mismo, solo a través de la mirada del otro podemos ver nuestro propio ojo. Como diría E. Barbotin: «Una mirada solo sobrevive en otra mirada», pues la mentira tiene presente pero no futuro.
Ahora que los padres de la patria están de vacaciones, me atrevo a sugerirles que  se tomen un “descanso“ o “retiro espiritual“, para refrescar las ideas, en un ambiente Zen, spa mental o al frente del mar de Santa Marta en compañía de nuestros ancestros tradicionales de la cultura Wayuu, quienes apadrinaron la posesión presidencial de Juan Manuel Santos el 7 de Agosto del 2010, antes que el mismo congreso, allí podrían reencontrarse a si mismos, empezando a legislar como Dios manda. Es decir logrando la paz interior, que no es otra cosa más, que la tranquilidad dentro del orden social, y arrepintiéndose de sus errores como desaciertos, para poder crear las nuevas bases con menos mentiras,  y solucionar el caos reinante en el país, erradicando la creaciones de futuros ``Frankenstein´s“colombianos, sin llegar a ser víctimas de su propio invento. Como diría el filosofo griego Aristóteles: No basta decir solamente la verdad, más conviene mostrar la causa de la falsedad“.

Comentarios